Hay muchos tipos de platos de ducha, cada uno de ellos diseñado para adaptarse específicamente a cada espacio. Todos ellos varían de manera sustancial según la forma, el tipo de baño para el que deseamos comprar uno o el material en sí.

Los platos de ducha de resina son una de las opciones desde el punto de vista del material. Si estás buscando cambiar tu bañera por una ducha, esta puede ser una alternativa por la que puedes optar. Destacan por muchos motivos, aunque la estética visual moderna y minimalista es tal vez la que más se hace notar a simple vista.

Este diseño es también práctico gracias a ese minimalismo, ya que suele limitarse a una lámina antideslizante que facilita el uso. ¿Pero cómo se consigue este efecto? Veamos paso a paso cómo se fabrican los platos de ducha de resina:

· La selección de los materiales

Este es el primer paso, y por supuesto el más lógico, ya que estamos hablando de la composición básica de un tipo de plato de ducha que no se parece a los demás. Los elementos esenciales son las resinas de poliéster y cargas minerales tales como el cuarzo, dolomitas, alúminas, carbonatos cálcicos y marmolinas. Bien elaborada, la mezcla puede crear platos realmente resistentes en el tiempo.

· La creación de una masa homogénea

No es sencillo llevar a cabo esa mezcla antes mencionada en el caso de los platos de ducha de resina, ya que nos tenemos que asegurar de que esté bien hecha y sea compacta. Si no, no obtendremos el resultado necesario y deseado. Por lo general, se emplea un catalizador y, si vamos a incluir un color determinado, el pigmento elegido.

· Encontrar la forma adecuada

Una vez obtenida la masa, hay que dar a nuestro plato la forma que debe tener. Para ello emplearemos un molde, dentro del cual habrá que verter el preparado evitando grumos, superficies porosas y desperfectos en general. La masa de los platos de ducha de resina debe quedar bien repartida a lo largo y ancho de todo el molde.

· Consolidación, extracción y últimos detalles

Es importante que la masa se consolide en el molde unas horas para que se endurezca y adquiera la resistencia que debe tener. Transcurrido ese tiempo, secaremos y desmoldearemos. En los últimos detalles se incluye de una fina capa de resina Gel Coat Sanitario antibacterias, resistente al rayado y a las variaciones de temperatura.

La resina Gel Coat es la encargada de garantizar la impermeabilización y hace que facilite la limpieza de los platos de ducha de resina.

Por último, los platos de ducha reciben un tratamiento antideslizante clase C3,  el cual se utiliza tanto en exteriores como en interiores para el tratamiento de superficies con agua. Este tratamiento nos permite evitar los resbalones cuando usamos nuestros platos de ducha de resina.

Si quieres saber qué te puede aportar un plato de ducha de estas características, solo tienes que visitar uno nuestros anteriores posts en el que te decimos las ventajas de instalar un plato de ducha antideslizante.

Con esto los platos de ducha de resina estarán listos para la logística y la comercialización. Cada paso del camino en la fabricación de este tipo de plato de ducha es un trabajo que requiere maña, habilidad y profesionalidad. El resultado es uno de los platos de mayor calidad del mercado.

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